Formentera ofrece asimismo al posible visitante una serie de posibilidades complementarias que aseguran una feliz estancia en la isla en cualquier época del año. La bondad de su clima (16º de media entre noviembre y abril) permite bañarse en el mar durante todo el año y la isla, sobre todo en otoño y primavera, ofrece su mejor aspecto para disfrutar de su magnífica luz e increíble color.
Los tonos de su paisaje resultan mucho más armoniosos y limpios, liberados de la cegadora luz que invade Formentera en la época estival. Una puesta de sol o una simple mirada al cielo y el mar se convierten en un espectáculo único que por sí mismo ya justifica una visita a la isla.
La Savina
El puerto de la Savina sería el primer núcleo urbano a tener en cuenta, ya que es el único acceso que tiene el turista a la isla, y por lo tanto, es de vital importancia. Si algo caracteriza a la Savina es el continuo tránsito de embarcaciones: barcos que traen y se llevan turistas y formenterenses , pequeñas y grandes embarcaciones de pesca, y en verano un increíble número de embarcaciones de recreo capitaneadas por gente que deciden pasar sus vacaciones estivales en el mar, recorriendo las costas mediterráneas.
A tres kilómetros del puerto
encontramos San Francesc Xavier, éste, sería el núcleo urbano más importante, considerado como la capital de la isla, ya que en su plaza se ubica el Ayuntamiento. Justo en frente de él, se encuentra
la iglesia del pueblo, iglesia, que en el siglo XVIII se utilizaba como fortaleza contra los bárbaros, y que con el tiempo, se ha convertido en refugio para los parroquiales del pueblo.
En la plaza del Ayuntamiento es donde se celebran las fiestas y acontecimientos más importantes, que suelen congregar a residentes y turistas por igual, en un ambiente festivo, tranquilo y sobre todo
acogedor.
San Francisco es el pueblo más visitado durante el día debido a su gran cantidad de comercios y bares, y sobretodo el paseo, donde se encuentran numerosos tenderetes hippies, que atraen a los
turistas con multitud de objetos relacionados con la isla. Todo esto hace de este pueblo la capital de la isla y un sitio de visita obligatoria durante el día.
A tres kilómetros del puerto
encontramos San Francesc Xavier, éste, sería el núcleo urbano más importante, considerado como la capital de la isla, ya que en su plaza se ubica el Ayuntamiento. Justo en frente de él, se encuentra
la iglesia del pueblo, iglesia, que en el siglo XVIII se utilizaba como fortaleza contra los bárbaros, y que con el tiempo, se ha convertido en refugio para los parroquiales del pueblo.
En la plaza del Ayuntamiento es donde se celebran las fiestas y acontecimientos más importantes, que suelen congregar a residentes y turistas por igual, en un ambiente festivo, tranquilo y sobre todo
acogedor.
San Francisco es el pueblo más visitado durante el día debido a su gran cantidad de comercios y bares, y sobretodo el paseo, donde se encuentran numerosos tenderetes hippies, que atraen a los
turistas con multitud de objetos relacionados con la isla. Todo esto hace de este pueblo la capital de la isla y un sitio de visita obligatoria durante el día.
El último núcleo urbano y seguramente el que más dirigido al turismo está; Es Pujols. Se llega a este pueblo desde la salida del puerto o bien a través de Sant Ferran. Solo entrando en este pueblo se nota que el ambiente es muy diferente al resto, sobre todo por la noche. La gran variedad de comercios, restaurantes, bares, pubs y discotecas hacen de este lugar el paraíso del turista. Ya sea de día o de noche, el flujo de gente en Es Pujols es continuo; de día se puede disfrutar de sus playas, y de todos sus comercios. Por la noche reina el ambiente festivo, sobre todo en los pubs y en el paseo marítimo, donde el mercadillo hippie atrae a la gente, y el ambiente festivo, se mezcla con el aroma del mar.
Sin salir de la carretera principal, la siguiente parada después de San Ferran es La Mola, el pueblo más alejado, ya que se sitúa en el punto más alto de la isla, a unos 15 kilómetros de Sant Ferran. Se puede decir que este es uno de los pueblos más tranquilos, ya que debido a la distancia, no es tan frecuentado por los turistas y hay pocos comercios y restaurantes. Su mayor atractivo es el mercado hippie que se abre dos veces a la semana y que atrae a multitud de gente. Otro de los atractivos de este pequeño pueblo es el faro, situado sobre los acantilados, desde los cuales se pueden ver unos maravillosos atardeceres y disfrutar de la soledad del lugar.
Si hay algo que sea realmente característico de Formentera son sus playas. La costa de esta isla está sembrada de algunas de las mejores playas de Europa, como lo confirman los miles de turistas que cada verano disfrutan de sus aguas. La evolución del turismo ha permitido que sea posible pasar todo el día en la playa sin tener que salir de ella: restaurantes, hamacas, sombrillas, deportes acuáticos... , todo lo necesario y más, para disfrutar al sol de estas playas.
Las playas de Illetes, situadas en el punto más al norte de la isla, y el más cercano a la isla de Espalmador, (a escasos 150m.), son las más visitadas y concurridas por los turistas. Se puede acceder a esta zona con cualquier vehículo, aunque se recomienda su acceso a pie o en bicicleta, para disfrutar mejor del paisaje y contribuir en su protección medioambiental, debido al contínuo tránsito de gente. Además, parte de esta zona no es accesible con vehículos, solo a pie, debido a la irregularidad del terreno. La zona de Illetas es una de las más completas en lo que se refiere a ocio: deportes acuáticos, (vela, sky, etc.), restaurantes...
Situada también en la punta norte de la isla, pero en la zona de levante, como bien indica su nombre. También es una playa de gran extensión, y aunque es la zona más cercana a Illetas y por lo tanto bastante transitada, debido a su longitud es posible encontrar sitios más tranquilos y solitarios, aunque naturalmente, no faltan los restaurantes y quioscos, y su cercanía con Illetas permite recorrer a pie todas las playas que hay al norte de la isla.
Esta pequeña playa, a pesar de su corta extensión, (escasos 200m de longitud), es una de las más bellas que se pueden visitar. Su tranquilidad y belleza característica hacen de esta cala un sitio de visita obligada para el turista. Rodeada, como no, de restaurantes y quioscos en los que se puede comer, o, refrescarse con alguna bebida al mismo tiempo que se disfruta de las maravillosas vistas que ofrece la vecina isla de Ibiza, o si ir tan lejos, de la costa de Punta Pedrera, o de los bellos acantilados de Punta Rasa, a los que se puede acceder fácilmente a pie, ya que están a escasos 10 minutos de la playa.
De la playa de Migjorn se puede decir, que es una de las más grandes de la isla, ya que su extensión de arena abarca gran parte de la costa sur de la isla, casi desde La Mola, hasta Es Cap de Barbaria, siendo visibles estos dos puntos tan lejos entre si, desde esta playa. Su gran extensión y situación geográfica, hacen de esta playa una de las menos transitadas, y por lo tanto, una de las más tranquilas de la isla, esto no implica que no haya los típicos restaurantes y quioscos al lado mismo de la playa.
Unos escasos 150 metros separan la isla de
Formentera de la de Espalmador. Esta isla a pesar de su reducido tamaño, de 3 kilómetros cuadrados, esconde muchas maravillas en su interior. Hay dos formas de acceder a Espalmador: una
es en barco que realiza un trayecto desde el puerto de Formentera, hasta Illetas, y finalmente llega a Espalmador; o bien se puede cubrir a nado la distancia que separa las dos islas, (siempre que el
clima y la marea lo permitan). La playa más conocida de esta isla es la 'Platja de S'Alga' de gran extensión, teniendo en cuenta el tamaño de la isla, y considerada puerto natural debido a su forma
cerrada.
La torre de vigilancia (Torre de Sa Guardiola), que esta ubicada en el punto más alto, observa el paso de los turistas por la costa de la isla, los cuales no deben olvidar que ésta es de carácter
privado y como tal debe ser respetada; y mucho más teniendo en cuenta que esta considerada parque natural debido a la gran variedad de fauna y flora que habita en ella. Por
este motivo no se puede encontrar en la isla ningún restaurante ni establecimiento similar, ya que están totalmente prohibidos, pero esto hace todavía más atractiva la idea de visitar
esta pequeña isla y sus playas, que no han sido alteradas por el hombre